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Por el supuesto delito de "falsa alarma de calamidad pública"

ESVAL se querella contra el artista y activista medioambiental algarrobino Pablo Salinas

Junto al activista algarrobino, la querella de ESVAL suma además a la agrupación MODATIMA San Antonio, por la publicación en redes sociales de un video donde se demuestra, por medio de un dispositivo, del alto contenido de sólidos disueltos del agua que la sanitaria entrega en miles de hogares de la provincia.
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Una querella contra el escritor, artista y reconocido ambientalista Pablo Salinas fue interpuesta en Fiscalía de San Antonio por parte la empresa sanitaria ESVAL, representada por Manríquez, Benavidez y companía. El escrito de la demanda acusa a Salinas, reciente ganador del Premio Naitún por su labor en pos de la defensa del medio ambiente, por difundir “hechos mendaces” respecto a la sanitaria de la región de Valparaíso, cuestión que sería constitutiva, a juicio de los demandantes, del delito de “falsa alarma de calamidad pública”.

En rigor, la acusación se concentra en una nota publicada en Facebook el pasado 17 de marzo pasado, titulada “Esval nos cobra, y caro, por contaminar”, donde Salinas da cuenta de que la empresa aplica en las comunas de Algarrobo, El Quisco y El Tabo la tarifa más alta de Chile por el agua potable -tal como el último informe de la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) lo consigna- y, además, apunta a que el sistema de tratamiento de la planta algarrobina de la sanitaria corresponde, según criterios técnicos, a un “pre-tratamiento”, lo que en términos prácticos se traduce con que todo el volumen de las aguas servidas de la comuna son arrojadas directamente al mar, previo paso por rejillas.

Este último punto sería el causante del grave foco de contaminación de las aguas del balneario, asunto suficientemente consignado y que se arrastra desde hace al menos una década, que hizo que el mismo Departamento de Medio Ambiente comunal presentara una denuncia ante la SISS, la que mediante oficio de mayo de 2018 señaló a ESVAL como “principal responsable” del enriquecimiento orgánico de las aguas de Algarrobo. Este aporte de contaminantes fuera de norma -la planta de la sanitaria, en operaciones desde 1997, no cuenta con Resolución de Calificación Ambiental– provoca, a su vez, el explosivo aumento de algas que terminan cubriendo amplios sectores de las playas, significando un trastorno económico, turístico y ecológico de proporciones.

La publicación de Salinas estaría, según la empresa, provocando “alarma pública que será difícil de controlar, más aun en este contexto de “catástrofe nacional”. La defensa del ambientalista la asumió el destacado abogado Christian Lucero.

Pablo Salinas ha desarrollado desde 2011 a través de su blog “Algarrobo Al Día” una sobresaliente labor de investigación y difusión de conflictos medioambientales de la provincia de San Antonio, destacando, en el último lapso, su denuncia de la millonaria extracción ilícita de áridos por parte del alcalde de El Tabo, que terminó con la destitución de este en febrero pasado.

Junto al activista algarrobino, la querella de ESVAL suma además a la agrupación MODATIMA San Antonio, por la publicación en redes sociales de un video donde se demuestra, por medio de un dispositivo, del alto contenido de sólidos disueltos del agua que la sanitaria entrega en miles de hogares de la provincia.

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una libertad / que no sabía que existía / una felicidad incomparable / una brisa marina / que no cambiaría por nada en la vida.
Sagrada Familia fue una creación que se puede considerar completamente litoraleña. Nació junto al Pacífico, y los contorneos de Thalia -a la que no se cansaba de ver y celebrar por televisión- y Shakespeare. Este último acompañó toda la vida a Parra, no resulta factor nuevo ni sorpresivo; lo relevante es que la inmersión en las aguas del inglés era, por esos días, particularmente profunda por la traducción de King Lear que lo mantenía ocupado desde hacía algunos años. Tan profunda como para admitir que ahora había descubierto un nuevo Shakespeare.
Ahora es un pobre circo. Ya no existe siquiera la delicadeza ni el mínimo esfuerzo por embolinar la perdiz; todo es zafio.