La brisa marina entra a las salas de clases y permanece fresca en la mañana, de la misma manera que el frío que se cuela en la infraestructura actual. En una época sin precedentes, la educación chilena una vez más -y como siempre- se encuentra en un panorama adverso y desigual, solo que ahora enfrenta también una enfermedad infecciosa difícil de tratar y una crisis económica galopante. Tan adverso es el desafío como desigual es la educación municipal, que está infectada y contagiada de inequidad, lo que se puede fácilmente evidenciar en las comunas costeras y que es mucho más notorio aún a nivel nacional, en especial si consideramos el acceso a internet de nuestrxs estudiantes.