A Ramón Barros Luco, político de larga trayectoria que alcanzó la presidencia de Chile en 1910, se le conoce como uno de los principales impulsores de las obras de modernización del puerto de San Antonio. En rigor, la propuesta de habilitar nuevas instalaciones portuarias se había tratado en el Congreso ya en 1901, por iniciativa de Ramón Serrano, hermano de Ignacio, el héroe de la Esmeralda, pero fue recién una década más tarde que comenzaron a hacerse realidad, cuando mejorar lo que hoy llamaríamos la logística para la actividad económica del valle del Maipo se volvió una urgencia. Los trabajos consistieron básicamente en un nuevo muelle y molo de abrigo -o «rompeolas», como se le llamaba entonces-, hasta donde la línea del ferrocarril, que permitía la conexión con Santiago, ya estaba operativa desde hacía algunos años.
En octubre de 1915, este veterano de la política, ya anciano -en junio había cumplido 80-, asistió junto a una comitiva a los actos de inauguración del flamante muelle, que sería destinado al desembarque de carbón. Los niños de las escuelas públicas locales lo saludaron, una banda militar puso el marco musical, la locomotora se puso en marcha para pasear a los presentes por las nuevas instalaciones. Al término de la jornada, Barros Luco y el resto de santiaguinos partieron rumbo a Valparaíso a bordo del crucero «Chacabuco».
La edición del 28 de octubre de ese año de la revista «Sucesos» publicó una nota sobre el evento, con fotografías, algunas de las cuales compartimos ahora.