Códice: Los Grises…

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Gustavo Frías

José Donoso

OTRAS DOSIS DE Antítesis

El escritor algarrobino Pablo Salinas relata en este texto la primera vez que conoció a Ricardo Mosella, emblemático artista de Isla Negra. La crónica da una descripción completa del carácter del creador, quien por ejemplo en una fría mañana de inicio de los 90 llegó a la casa de Pablo con un número de La Cuarta bajo el brazo porque según él salía "lo mismo que en otros diarios, pero más entretenido". La narración luego salta al presente, donde Salinas nos muestra que si bien Mosella está lejos de sus pinceles por razones de salud, su obra -imperceptible aún para el común de la gente- es parte indisoluble de la cosmovisión visual y poética de este relevante territorio.
"Tres cuerpos de agua provenientes del río Maipo, albergados en la pequeña población Juan Aspeé, aledaños al antiguo balneario burgués de Llolleo".
Isla Negra es un lugar tan especial como indescifrable. Efectivamente es una isla, lo llamativo es que sea negra. La poesía es negra; yace oculta bajo la sombra de lo no dicho. Allí, en pleno Litoral Poeta, en ese lugar mágico, vive hace casi ocho años la destacada poeta cubana Damaris Calderón, ganadora de la mejor obra y el Altazor 2014 (Las Pulsaciones de la Derrota); una mujer continente que nació en Cuba a finales del ’60, pero que el destino la trajo y la mantiene en Chile, esta vez en otra isla, una imaginaria y marcada a mar por la poesía de Pablo Neruda.