Julio Quiroga, psicólogo de profesión, nace en 1988 en la ciudad de Santiago. Hoy cursa su formación como psicoanalista en la Sociedad Chilena de Psicoanálisis. Escritor ocasional e informal, reparte su tiempo entre la atención clínica de pacientes adultos, su agitada vida social y proyectos académicos y creativos desde la mirada crítica que le permite su trayectoria por la tradición freudiana.
Desde los primeros años de su adolescencia, Julio comienza a mostrar señales diferenciadoras con su estricta educación y tradición militar, encarnada en cuatro generaciones familiares antecesoras pertenecientes a filas oficiales de las Fuerzas Armadas del país. La mezcla de matices entre una cosmovisión estrecha y autoritaria y el aditivo silencioso de unos padres que, “temerorespetuosos” de su pasado, transmitieron gérmenes de inquietud crítica y rebeldía al tiempo que órdenes y protocolos, permitieron el desarrollo de una personalidad tensa y perceptiva, usualmente irritada, pero demasiado respetuosa de un invisible lazo social.
Así, luego de una educación escolar en una de las instituciones de la elite jesuita con más renombre del país, Julio entra a estudiar psicología en la Universidad Alberto Hurtado el año 2006, lugar donde comienza a profundizar sus estudios en el campo freudiano, curiosidad despertada en los últimos años de la educación media. Así mismo, comienza su propio análisis personal, el cual se desarrolla por cerca de diez años, y que se convierte en un necesario difusor y condensador, bisagra, entre el a veces angustioso mundo interno y el agitado y sobrecogedor ambiente. Este tránsito no solo profundizó las diferencias con el mundo militar de su padre y madre, sino que rompió los ya frágiles lazos con la tradición católica, significando una primera gran bocanada de aire y espacio para afilar la lengua y la pluma en contra de las tradiciones y estereotipos que hasta ese entonces recaían con todo rigor sobre los temas (hoy ya incendiados por la contingencia) de etnia, género, sexualidad y política.
Como muchos de sus compatriotas, inició su camino laboral como asalariado, desempeñándose bajo el mandato de corporaciones y fundaciones en las áreas de educación, salud y protección, principalmente en la última, en programas de reparación en maltrato y abuso sexual al interior de la cartera de SENAME. Malos diseños organizacionales, condiciones precarias de trabajo y organización, falta de cohesión entre trabajadores, y jefaturas que rayaban cerca del maltrato y la negligencia, sumado obviamente a una sensibilidad a flor de piel contra las figuras de autoridad, llevan a Julio a arrojarse más decididamente al mundo de la consulta clínica, la academia y la política, ingresando, a la vez que se independiza laboralmente, a las filas del emergente conglomerado de izquierda Frente Amplio.
Hoy, aún y agradecidamente inquieto, llega a este espacio de cultura y literatura buscando lo mismo de siempre, compartir y escuchar para que las cosas se mantengan siempre en movimiento.