Manuel Rojas Sepúlveda (Buenos Aires, 8 de enero de 1896 – Santiago de Chile, 11 de marzo de 1973) fue un destacado escritor, periodista y dramaturgo chileno-argentino, considerado una de las figuras más influyentes de la literatura chilena del siglo XX.

Primeros años y formación autodidacta

Nacido en Buenos Aires de padres chilenos, Manuel Rojas vivió una infancia marcada por el constante movimiento entre Argentina y Chile. Tras la muerte de su padre, se trasladó a Chile con su madre a los 4 años, aunque más tarde regresaría temporalmente a Argentina. Esta experiencia binacional marcaría profundamente su perspectiva literaria y vital.

Su educación formal fue limitada, llegando solo hasta el segundo año de primaria. Sin embargo, desarrolló una intensa formación autodidacta a través de la lectura y sus diversas experiencias laborales. Trabajó como aprendiz de sastre, pintor, electricista, obrero portuario y ferroviario, experiencias que más tarde nutrirían su obra literaria.

Carrera literaria

Su trayectoria literaria comenzó en 1917 con la publicación de poemas en revistas chilenas. En 1926 publicó su primera colección de cuentos, «Hombres del Sur», que ya mostraba los temas que caracterizarían su obra: la vida de los marginados y la búsqueda de la dignidad humana.

La consagración llegó con «Hijo de Ladrón» (1951), considerada su obra maestra y una de las novelas más importantes de la literatura chilena. Esta obra inauguró una tetralogía que continuaría con «Mejor que el vino» (1958), «Sombras contra el muro» (1964) y «La oscura vida radiante» (1971).

Reconocimientos y legado

En 1957 recibió el Premio Nacional de Literatura de Chile, reconocimiento a una carrera que abarcó diversos géneros: novela, cuento, poesía, ensayo y crítica literaria. También desarrolló una importante labor como periodista y profesor de literatura.

Estilo y temáticas

Su narrativa se caracteriza por la profunda humanidad con que retrata a sus personajes, muchos de ellos marginales o trabajadores, y por una técnica innovadora que revolucionó la novela chilena. Rojas desarrolló un estilo directo y despojado de artificios, influenciado por su propia experiencia de vida.

Vida personal y últimos años

Entre 1940 y 1973 mantuvo una estrecha relación con El Quisco, en el Litoral de los Poetas, donde escribió varias de sus obras más importantes. Allí poseía dos casas diseñadas por el arquitecto catalán Rodríguez Arias, coincidiendo en tiempo y espacio con Pablo Neruda, quien escribía en su casa de Isla Negra.

Falleció en Santiago de Chile el 11 de marzo de 1973, dejando un legado literario que sigue vigente y que ha influido en generaciones de escritores latinoamericanos. Su obra continúa siendo reeditada y estudiada, confirmando su posición como uno de los grandes narradores chilenos del siglo XX.