También las aguas del Maipo han permitido que se cree el sub valle de Leyda, que es una sub apelación del Valle de San Antonio, permitiendo que nazcan cepas tan emblemáticas de nuestro valle, como el sauvignon blanc, el pinot noir, el syrah y el chardonnay, que se representa con una gran influencia marina.
El parque fue creado el año 2002 por el municipio de Santo Domingo con el objetivo de resguardar la biodiversidad presente en este importante ecosistema, y de facilitar el acceso de vecinos y visitantes al humedal. El año 2014 la gestión del Parque comenzó a contar con el apoyo de Fundación Cosmos, y desde noviembre de 2018 pasó a ser administrado y gestionado por esta institución.
En este lugar nos podemos sorprender, ya que cada primavera las aves del hemisferio norte migran hacia el hemisferio sur, siendo este lugar el punto más importante en Chile para las aves migratorias. La cantidad de aves que migran es impactante. Son muchísimas las variedades que se juntan con las que son endémicas y en esta desembocadura las podemos apreciar, entre la primavera, el verano.
Otro dato relevante para el territorio es que el Abate Molina, en sus ejercicios de aprender y escribir latín, uno de sus primeros poemas es la “elegía de los ríos”, y comienza con el Maipo. Ahí habla de su amplio caudal, de lo imposible que era instalar un puente y que solamente se podía cruzar a través de puentes hechizos, con lianas. Y ese caudal en la actualidad nos remece. Nos remueve. Hoy el río discurre como si fuera una lágrima, que se pudiera evaporar, terminar sus días, en esta cuenca y en esta olla hidrográfica tan relevante para la zona central de Chile.
Texto: Mercedes Somalo / Fotografía: Juan Godoy / Traducción: Patricio Escobar