La escultura del Cristo fue una creación del hermano de Vicente Huidobro, Domingo García Huidobro, familia asentada en el fundo de Llolleo, dueños de gran parte del territorio durante los albores de la ciudad.
El Cristo del Maipo mira desde su crucifixión la unión de las aguas, las que bajan desde el volcán Maipo, se nutren de la confluencia de otros ríos y luego se unen a la furia helada del Pacífico, en donde se difumina la playa de Marbella y comienza el otrora conocido balneario de Llolleo, hoy devenido humedal urbano que resiste contra el gigante productivo. No podemos dejar de mencionar la vista hacia la hoy Escuela de Ingenieros Militares de Tejas Verdes, ex Hostería (1947), en donde se emplazó el campo de concentración N°2 de prisioneros políticos, en los primeros años de la dictadura de Pinochet, 1973.
Si giramos la vista hacia la derecha, nos encontramos con el cerro Centinela, más conocido como cerro La virgen, sector Canteras, que alberga el faro y una estatua de la virgen, ambos mirando hacia el mismo océano, testigo y fuente de un territorio que en contraposición a su riqueza y belleza, ha vivido en agua y tierra propia los embates de un desarrollo económico que le ha dado el nombre de 1er puerto de Chile. Cabe entonces la pregunta: ¿Qué observan una madre y su hijo desde cerro a cerro? ¿Qué ha respondido el mar y el río? ¿Qué escuchamos nosotrxs? La invitación es a hurgar (en libros, imágenes, archivos, memorias), para comenzar a arrojar nuestras propias respuestas.