Del poemario: «La nuez que devora la vida»

mario barahona
Comparte en las redes

Nuestra casa Nuestra piel

Ambas registros De muebles usados

Camas y petacas Distribuidas según edad Uso Y condición

Casa Piel Hogar

Aves surcando El cielo de la incompletud

Aves desamparadas Sólo un par de patas Unas cuantas plumas

Y el instinto que reemplazamos Por un espejo Parapléjico

Entonces me pregunté Quién soy

Quizá el eco de recuerdos persistentes Como viento otoñal

Afanado en desnudar árboles

No en cubrir la tierra de hojas

Me respondí alterado

Cómo un eco puede rebotar tantas veces Contra el muro del olvido?

Cómo el muro Puede resistir tantos embates Sin recordar Sus ladrillos?

De qué está hecho el eco? De qué el muro?

Si el eco no se rompe No es menos que el muro

Si el muro permanece Perdura el eco

Será que el eco Es por el muro que detiene su carrera?

O será el muro para que sea el eco?

La montaña y el viento La marea y el roquerío

Contienen el misterio de un encuentro inacabable Igual que esta memoria fugitiva

Que me sostiene Perseverante Y me sumerge para siempre

En el preguntándome quién soy

Así como el viento no encuentra la montaña Como ola que jamás alcanzará la playa

Como eco Sin el muro invisible y esquivo que lo detiene

Así Cual pregunta desorientada Vagando ciega

Eso soy Eso soy Eso somos Eso somos Eso somos Eso somos

Ojo cerrado

Eco sin muro

Playa sin olas

Montaña sepultada

Memoria incómoda

Somos la pregunta extraviada

En el bosque de los misterios

Que aún no florecen

Por culpa

De la falta

De abejas

Comparte este post!

Autor/A

No data was found

MÁS ENTRADAS DEL AUTOR

No data was found

Déjanos tu comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

O CON FACEBOOK

Conoce A otros autores

Roberto Pizarro Lemarchand

Rosselo del Puerto

OTRAS DOSIS DE Antítesis

dos túneles secretos a donde se fuga mi deseo / caracolas subterráneas / rendidas al paso de mi voz descalza / veleros navegando... hacia los pliegues de tu imaginación
Redman trata de vida y muerte. Habla de justicia, reparación y de mágicos momentos. Marcelo Simonetti, su autor, entre líneas nos hace pensar sobre el dolor, el perdón, la paz, la reconciliación, el reconocimiento. Nos habla de un país que ansía encontrar el acuerdo.