EL tiempo
Los hombres pierden formas.
La niebla parpadea cuando construye cauces.
Y este frío es una punta de la esquina sobre la que
Adelgazo hasta la embriaguez los túneles
nos sonríen recuerdos que bajan
por la húmeda rugosidad del muro.
&
Ese frío aumenta los tributos a mi dios
Me detengo en la charca abro la boca para tocar
Los ojos de la tiniebla/ animales suspenden
Sus propios arrebatos para almidonar mis trajes
Las señales torcidas a un lado de los caminos
destruyen el fenómeno que rodea los sucesos.
&
Narraciones
Los relojes caerán
Y se teñirán las cuerdas del barro
Pienso en la muerte las geografías
los destierros el fragmento
Que no existe.
&
¿Quién nos delata en la niebla?-
los paraguas suceden al frío
y el café es una suma
de ambigüedades.
&
La taza y mi madre sueñan
con un sol debilitado / escribo:
“Salen a volar (recorren los suburbios)
el aire enrarecido de tu escuela lame
los espacios de la gente”.
&
Tardío
Observas la ciudad fuegos artificiales
nocturnos juegan deseosos de compartir sepulturas
Los perros los completos amarran mi hospedería
No se vierte el agua en el mismo vaso.
&
Odisea (A Susana Wald)
Obeliscos de noche –calles- voces en el nido
El paradigma sueña ser retratado- fornican en su interior los peces
Dentro de las casas los hombres planean el siguiente misterio de la vida
acumulan ilustraciones y luego sus bocas contemplan alfabetos
Conductos manchan delantales – pronósticos
infinitos.