En el centenario del gran escritor nacional José Donoso, es clave destacar su estrecha relación con el litoral central en la década de 1950. Donoso como un auténtico clochard, fue un constante viajero en búsqueda de lugares y experiencias que lo hicieran vibrar y sentir la escritura con emoción, lo cual se refleja en la monumentalidad de su obra.
En Diarios Tempranos. Donoso In Progress 1950 – 1965, editado por Cecilia García Huidobro, hay abundantes citas sobre la relación de Donoso con este territorio. De hecho, Coronación (1957) su primera novela, la terminó de escribir en Isla Negra. En el Cuaderno G de 1956, registra un proyecto de novela inconclusa ambientada en Lo Gallardo, “El tiempo entre dos veranos”, en la cual narra su amistad con Fernando Balmaceda, con un rol protagónico de Inés del Río, alias la Momo. En dicho cuaderno anota “Por qué no hacer este primer capítulo un viaje, ese viaje que hacían los Balmaceda, río arriba, cazando pájaros, ¿en una balsa tirada por caballos desde la orilla?” En este mismo tiempo y lugar debe haber entablado profundas tertulias sobre el acto de creación literaria con el poeta Efraín Barquero, quien a propósito de los últimos detalles de la escritura de Coronación le decía “escribir un poema es el acto mismo e instantáneo de ponerse a escribir lo que hace al poema. La novela, en cambio, acarrea en sí mucha más historia en el tiempo precedente al acto de escribir”, tal como lo recoge su cuaderno 8 de 1957.
También existen anotaciones para una novela sobre Cartagena, plasmadas en sus cuadernos 10 y 11 de 1958, donde la trama central busca poner en relieve la contradicción de los “seres de gran dimensión” con aquellos “seres primitivos” que poseen un universo limitado. Un viaje en tren desde Santiago a Cartagena pretende “tener el paisaje en el recuerdo, posiblemente, o quizás más tarde – contraponiéndolo a la peladez y piluchez del paisaje abierto y ventoso de las dunas de Cartagena-, un momento en que recuerdo nada más que los sonidos de las hojas otoñales en los árboles”. También aparece la idea de una novela sobre un sitio de veraneo imaginario en referencia a Isla Negra y El Tabo, donde uno de los personajes sería el propio Neruda.
La Fundación de Desarrollo San Antonio Siglo XXI, actualmente impulsa el proyecto Biblioteca Viva de San Antonio, donde se pretende poner en valor el patrimonio literario de este territorio para que la comunidad pueda conocer en profundidad, el gran mapa cultural que habitamos.
Columna de opinión publicada originalmente en Diario El Líder