#MicrocuentosParaNiños

Simón

Simón la Gaby lo escribe
iIlustración de Alonso Camacho.
Con lo que gana, podemos arrendar un espacio en una pieza que comparten otras dos familias, también haitianas.
Cuando no tengo clases, para no quedarme solo en la pieza, acompaño a mi padre al hotel donde trabaja.
Comparte en las redes

Soy Simón Presler, tengo 11 años y soy haitiano. Llegué hace dos años a Chile con mi papá. Tuvimos suerte y él encontró trabajo rápidamente en un hotel en Santiago.

Con lo que gana, podemos arrendar un espacio en una pieza que comparten otras dos familias, también haitianas.
Cuando no tengo clases, para no quedarme solo en la pieza, acompaño a mi padre al hotel donde trabaja.

No es muy entretenido, pero es mejor que estar solo. Me tengo que levantar muy temprano y subirme a una micro llena de gente que no siempre es amable con nosotros.

A pesar de eso, estar en Chile es mejor. No nos falta la comida y hemos hecho algunos amigos. Además, durante las vacaciones estoy mucho tiempo con mi papá y estar con él es lo que realmente me hace feliz.

Comparte este post!

Déjanos tu comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

O CON FACEBOOK

OTRAS DOSIS DE Antítesis

A su gran belleza paisajística, la península del balneario suma secretos de impensado valor
Su forzada estadía londinense le terminaría reportando un evento que, a la larga, llegaría a ser uno de los más provechosos de toda su carrera: conocer al ministro plenipotenciario chileno Mariano Egaña
En su llama mortal la luz te envuelve. Absorta, pálida doliente, así situada contra las viejas hélices del crepúsculo que en torno a ti da vueltas.