Ayer martes 27 el alcalde de San Antonio, Omar Vera, anunció ante la prensa que pedirá que los Ojos de Mar de Llo-Lleo sean declarados «humedales urbanos». En rigor, la solicitud se tiene que dirigir a la SEREMI de Medio Ambiente, que es el organismo encargado de evaluar en base a criterios técnicos si un humedal reúne los méritos para acogerse a la nueva ley 21.202.
Lo que parece hoy adecuado recordar es que el mismo Vera, junto a gran parte de los actuales integrantes del Concejo sanantonino, encabezaron hace solo algunos años atrás las gestiones para hacer justo lo contrario de lo que se está anunciando ahora, es decir, eliminar toda forma de protección sobre las lagunas. El decreto que en 2014 firmaron tanto Vera como 4 concejales todavía hoy en sus cargos permitió, en la práctica, que un proyecto tan atentatorio hacia todo criterio de sustentabilidad, como el proyecto del llamado Puerto Exterior, cobrara fuerzas y pudiera avanzar.
El hecho concreto es que hoy la misma ley que Vera, tras un largo rodeo, invoca para proteger los Ojos de Mar, de prosperar la iniciativa, lo obligará tanto a él como al Concejo a desandar el camino, o, a mi modo de ver, esa verdadera trama oscura que pusieron en marcha para quitarle toda forma de protección a este importante ecosistema de nuestra provincia. ¿Qué es lo que Vera y el Concejo hicieron mediante decreto de mayo de 2014? Introdujeron una modificación para transformar toda el área de las tres lagunas en «zona portuaria exclusiva». En otras palabras, dejarle la mesa servida al apetito expansionista del puerto.
La ley 21.202 introduce modificaciones en algunos cuerpos legales. Como en la Ley General de Urbanismo y Construcción. En esta, su artículo 60 ahora señala que los humedales urbanos «deberán ser incluidos en calidad de área de protección de valor natural en todo instrumento de planificación territorial.»
Junto con el anuncio ante las cámaras, sugiero que sería conveniente comenzar desde ya a trabajar en esta modificación, no esperar ni el ingreso de la solicitud formal ante la SEREMI ni la respuesta -esperamos todos- favorable a esta. Procesos como estos no son breves ni baratos. Ese rango de protección para los Ojos de Mar queremos todos verlo restituido cuanto antes.