Poema erótico inspirado en los modos de vida que surgieron en las ciudades desarrolladas a través del Mar Egeo, alrededor del 6.500 antes de nuestra era. En Catal Huyuk (actual Turquía), Hacilar y posteriormente en la isla de Creta, se desarrollaron cultural adoradoras de la Diosa. Fundamentalmente pacíficas, estas culturas se emplazaron en los valles fértiles junto a los ríos, libres de fortificaciones que los protegieran de invasores (no hubo invasiones durante milenios). Se cree que fueron sociedades equitativas al observar que las viviendas y tumbas eras muy parecidas en tamaño y riqueza, y se cree también que vivieron en armonía muchos milenios, al observar el nivel al que florecieron las formas de arte, en las cuales aparece representada su coexistencia pacífica con el mundo natural, al que estaban plenamente integrados.
Hacia el 4.000 antes de nuestra era, comenzaron las invasiones kurgas que traían a su Dios Javé (del cual deriva el actual Jehová), un dios de la guerra, tirano y celoso. La Diosa fue entonces relegada a una posición secundaria en los mitos religiosos posteriores, sin embargo nunca desapareció por completo.