Lola Falcón nació en Chillán en 1907 y su vida estuvo marcada por desplazamientos y residencias en distintas partes del mundo. Primero París, en su infancia, y luego, tras casarse con el diplomático y escritor Luis Enrique Délano: España, México, Estados Unidos, China, Suecia… En Nueva York tomó clases con la mítica fotógrafa Berenice Abbott y hacia fines de la década de 1940 logró retratar a la mayor celebridad de la ciencia del siglo XX, Albert Einstein.
De vuelta en Chile, en 1957, el matrimonio Délano-Falcón llega a Cartagena. Residen en el balneario solo unos meses. En 1961, retornan. Esa estadía durará varios años, casi una década entera, hasta fines de 1970. Su hijo, Enrique, a quien Neruda, gran amigo de la familia, nombrará Poli y quien llegará a convertirse en destacado novelista, los visita regularmente. En su libro «Lola Falcón, por las calles del mundo«, apunta sobre el trabajo de su madre:
«Durante el período más largo y tranquilo de Cartagena, la cámara de Lola centró fuerte su interés en los niños y en el mundo infantil, acaso motivada por la pasión amorosa y fotográfica que le inspiraban sus nietas, Bárbara y Viviana».
Esta última, Viviana Délano Azócar, por su parte, nos entrega un maravilloso testimonio:
«[Mis abuelos] viven en Cartagena hasta finales de 1970, cuando parten a Estocolmo como embajadores. Yo era chica y mis recuerdos son las vacaciones, la playa, acompañar a Lola a comprar, a recoger hongos o a la feria de San Antonio. Tenían muchos amigos en Cartagena, se visitaban. También con Neruda, en Isla Negra».
Lola Falcón, otra gran artista nacional ligada con nuestro litoral que merece ser reconocida y valorada como tal.