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Myriam Carmen Pinto

Myriam Carmen Pinto

“Mi Norte es el Oeste”. 

Cuando llegamos a la ciudad de Antofagasta, mi abuela instaló una librería, donde vendía revistas, libros y artículos de escritorio. Todas las tardes de mi adolescencia y juventud las pasé metida entre los anaqueles y el mesón de ventas. Por entonces leía todo lo que caía en mis manos, pero debo reconocer que mi interés siempre estuvo puesto en las revistas referidas al acontecer noticioso. Sin darme cuenta, me parece que en ese espacio me hice Periodista y ello porque todo lo que allí leí me ayudó a ingresar a la Escuela de Periodismo  de la Universidad Católica de Norte (UCN). Recuerdo que por entonces había que rendir un examen  escrito y oral sobre hechos de la actualidad, es decir lo que ocurre día a día y los medios de comunicación transforman en noticias.

“Hay cosas que por sabidas se callan… y por calladas se olvidan”, nos decía el poeta Andrés Sabella, mi profesor de Periodismo y Literatura. Estábamos en plena dictadura militar. Esa frase me llevó al convencimiento de que no podía callar lo que veían mis ojos y escuchaban mis oídos.

A Santiago llegué en 1977 con el título en una mano y en la otra una pequeña maleta. Cuando llegué no sabía ni siquiera donde quedaba la calle Ahumada. Gracias a una colega que hacía su práctica en  Radio Chilena logré conocer al equipo de prensa y al cabo de un par de meses formaba parte de ellos a cargo de las temáticas judiciales, más específicamente los casos de violaciones de derechos humanos que tramitaban los abogados de la Vicaría de la Solidaridad. “La Voz de los Sin Voz” era el lema de la radio de propiedad de la comunidad Salesiana y posteriormente del Arzobispado de Santiago a cargo del Cardenal Raúl Silva Henríquez, reconocido a nivel nacional e internacional por su ardua defensa y promoción de los Derechos Humanos.

Lo que vi y escuché quedó grabado en mí con el sello de la sangre derramada y la injusticia. Luego que encontraran los restos de quince campesinos en los hornos de Lonquén, nunca he podido olvidar cuando observé a la señora Purísima Muñoz azotar su rostro a las murallas de la Corte Suprema. A su esposo y sus cuatro hijos los mataron y los ocultaron en los silos de los hornos de cal abandonados y por entonces les negaban su entrega para darle una sepultura como Dios manda.

Proponiéndome ampliar las coberturas de la denuncia me aboqué a escribir y publicarmen 1985 mi primer libro llamado “Nunca Más Chile“. Terranova Editores alcanzó a publicarlo antes de que fueran allanados y obligados a cerrar. El libro fue presentando por primera vez en un acto a puertas cerradas en la sede de la Comisión Chilena de Derechos Humanos.  Siguiendo la misma línea de la denuncia de violaciones de derechos humanos,  la EditorialEmisión, publica en 1978 mi segundo libro denominado “Amor Subversivo. Epistolario Testimonial”; una recopilación de la correspondencia que circuló clandestinamente durante la dictadura militar. En 2018, con objetivos de recuperación de la memoria histórica y colectiva, Ediciones Radio Universidad de Chile publicó una versión ampliada y mejorada. 

“¡Y lo hicimos caer! Historias de agitación política y panfletos contra la dictadura militar” es un libro que también se inserta en los esfuerzos de recuperar el pasado reciente. Se trata de una colección de panfletos e historias que invitan a reconocer experiencias de resistencia y de organización popular en tiempos de tragedia, represión y clandestinidades.  (Ediciones Radio Universidad de Chile, 2019). 

Jorge Osorio, profesor de Historia y especialista en materias de Educación y Derechos Humanos,  sostiene en el Prologo que mi escritura es de tipo activista, humana y hablada; una  suerte de  activismo y arte; “Artivística”, dice.

“Mi Norte es el Oeste” es una expresión que me acompaña desde hace unos 30 años. Quizás porque  nací en Valparaíso y crecí en el Norte Grande, sintiéndome siempre desarraigada. Quizás porque residiendo en Santiago solía venir a las playas del Litoral de Los Poetas. Buscando silencio y contacto con la naturaleza finalmente me instalé en el pueblo balneario Las Cruces, donde resido a modo de un escondite del mundo, de mi mundo y de mi misma.  Esta experiencia la relaté en mi libro de corte costumbrista “Las Cruces PARRA Siempre. El pueblo del Poeta que duerme en una cruz” (Ediciones una Temporada en Isla Negra, 2013) y Ediciones Radio Universidad de Chile (2018, versión ampliada y mejorada).

Todos estos libros me han llevado a participar en la Feria Literaria de Las Cruces y en las Ferias del Libro de Antofagasta (Filzic), La Serena y Rancagua, además de innumerables lanzamientos y presentaciones en la Región Metropolitana.

Cuando no escribo me siento como si estuviese perdiendo el tiempo. No puedo dejar de escribir. Tengo muchos proyectos de libros que espero escribir y seguir publicando. Soy colaboradora de varios medios de comunicación alternativos y también escribo en mi página web, destacando la serie “Zurdos no diestros. Historias humanas de humanos demasiados humanos”; algunas  publicadas en medios de comunicación nacional e internacional y la serie “Carteles que Hablan”, una incursión en el área de la fotografía para registrar rayados, grafitis, carteles y pancartas en torno a las protestas sociales y demandas por un Chile igualitario y más justo. 

Contacto: mirenchupinto@gmail.com  –   http://gritografiasenred.org

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