Durante la mañana de ayer 20 de junio, fuimos avisados de la presencia de una manada de cetáceos en la playa de Algarrobo Norte, un lugar donde ya en forma recurrente se pueden observar diferentes especies de cetáceos y donde también, lamentablemente, se han producido varamientos. En esta ocasión se trataba de una manada de la especie Calderón Gris –Grampus griseus-, un cetáceo odontoceto de amplia distribución en el mundo y nuestro país, tratándose, en esta ocasión, de una numerosa manada de al menos unos 120 individuos, la que permaneció por varias horas deleitando a los presentes que se encontraban a esa hora en la playa.
Se trata de un animal robusto, de cabeza chata y vida oceánica, de mayor tamaño que un delfín tradicional. Es fácil de identificar, tiene numerosas cicatrices y no se parece a ninguna otra especie, aunque desde lejos su aleta dorsal alta y curva puede confundirlo con una orca o con un delfín mular. El Calderón gris tiene el lomo y los flancos de este color y su vientre es blanco. En la cabeza y justo por delante de la aleta dorsal, el color es gris claro, a veces blanco. Todos los apéndices (la aleta dorsal, pectorales y cola) tienden a ser más oscuros que el resto del cuerpo. El cuerpo se vuelve más claro con la edad y los ejemplares viejos pueden llegar a ser prácticamente blancos. Los ejemplares jóvenes presentan muy pocas cicatrices, mientras que los adultos tienen la piel recubierta de ellas, o de manchas.
Precisamente esto fue lo que observamos el día de hoy en Algarrobo, una manada con representantes de todas las edades, desde pequeños delfines jóvenes, hasta un ejemplar totalmente blanco, que asumimos sería el de mayor edad del grupo, todo un clan de Calderones.
¿Por qué tienen tantas cicatrices estos animales? Los calderones grises tienen entre 4-14 dientes cerca de la punta de la mandíbula inferior, mientras en la superior suelen no tenerlos. Algunas de las cicatrices proceden de los dientes de otros calderones grises, producidas tal vez al jugar o al pelearse entre sí.
No obstante, se cree que algunas de las cicatrices proceden de mordeduras de calamares. Los estudios llevados a cabo en el estómago de estos cetáceos muestran su preferencia por los calamares. Hace poco han comenzado estudios de foto identificación.
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA
Es una especie de amplia distribución, que habita principalmente aguas profundas del talud continental y plataforma exterior, desde los trópicos a regiones templadas de ambos hemisferios. En Chile, se puede encontrar esta especie a lo largo de toda la costa, sin embargo, se observa con mayor frecuencia sólo hasta el sur de Tomé (Región del Bíobío), concentrándose la mayoría de los avistamientos entre la IV y XV Regiones. Si bien es una especie que comúnmente se observa mar adentro, en el centro-norte de Chile (dado las condiciones de la plataforma continental) son frecuentes de observar cerca de la costa.
PRINCIPALES AMENAZAS ACTUALES Y POTENCIALES
Se han cazado constantemente en diferentes países para consumo humano y uso como carnada. Además, existen reportes de captura incidental en redes de pesca. Se han mantenido en cautiverio en diferentes acuarios alrededor del mundo. Se ven afectados por la contaminación marina (consumo de plásticos) y se describe que la contaminación acústica por sonares también los afecta.
NORMATIVA
En Chile: Ley 20.293 (Protege a los cetáceos e introduce modificaciones a la Ley Nº 18.892 general de pesca y acuicultura; DS N° 38/AÑO MINECOM (Reglamento general de observación de mamíferos, reptiles y aves hidrobiológicas y del registro de avistamiento de cetáceos). Decreto Exento 225, D. Ex. N° 225 MINECON/1995 modificado por el D. Ex. N°135 MINECON/2005 que establece veda para los recursos hidrobiológicos (cetáceos, pinnípedos, pingüinos y reptiles marinos) por 30 años desde 1995. Actualmente su Categoría de Conservación, según el Reglamento de Clasificación de Especies Silvestres (RCE) es: PREOCUPACIÓN MENOR (LC), misma clasificación otorgada por la UICN. El avistamiento de esta mañana es una prueba y registro más de la frecuencia y permanencia de estos grandes delfines en nuestro litoral, desplazándose en un radio no demasiado extenso entre la costa cerca de Cartagena hasta Tunquén, una zona de distribución de pequeña escala que ya se ha observado anteriormente con una manada residente de Tursiops truncatus (delfín nariz de botella) los cuales se siguen observando en forma frecuente. La zona cerca a los islotes y Santuarios Marinos de Algarrobo, como la Peñablanca, son zonas (hábitats) donde habitualmente los hemos observado, por lo general asociados a cardúmenes de peces que se acercan a estos islotes, aportando aún más relevancia a esta zona de reproducción y alimentación de aves marinas (pingüino de Humboldt, aves guaneras como el Guanay y el Piquero)y mamíferos marinos como el lobo marino común, Otaria flavescens, que presenta una colonia no reproductiva en el islote Peñablanca, así como otros mamíferos marinos como el lobo fino de Juan Fernández o como el Elefante Marino, que llegan a descansar eventualmente a través de individuos errantes a estas costas, para luego seguir sus travesías por el océano abierto. Todo lo anteriores una prueba y justificación de la necesidad de dar protección oficial al Área Marina circundante a los Santuarios Marinos de Algarrobo, con el objeto de proteger el hábitat alimentario y reproductivo marino de las especies que se reproducen en estos islotes, así como toda la fauna pelágica de mamíferos marinos, peces, y biodiversidad bentónica que habita en la zona, verdadero patrimonio submarino de Algarrobo y de Chile.
Texto y fotos: Marcelo Inostroza, biólogo, encargado Depto Medio Ambiente Municipalidad de Algarrobo
