Que se multipliquen y se conserven los humanos como Morales Pichunante, y hago extensivo el ruego —aprovechando esa misma fuerza— con Pablo Salinas y Bastián Brito. Luz de seres que aman más allá del bien y el mal.
Que se multipliquen y conserven también estas letras sobre el abundante pasado, descrito de manera fácil y amena por Luis Morales Pichunante en su libro «Patrimonio Cultural y Arqueológico»; que se riegue y prolifere su conocimiento.
«Lo que queda claro, es que esta zona del país fue un lugar de contacto interétnico importante. Lo más probable es que estos grupos (Batos-Llolleos-Aconcahuas) cohabitaron en alguna etapa de su desarrollo, provocando muchas veces relaciones de intercambio cultural. Esto lleva a pensar que, antes de la llegada de los españoles, los grupos que cohabitaron en el valle y Litoral Central pasaron a formar o tener influencia de horizontes culturales más amplios, como la cultura inca y la cultura mapuche. En síntesis, con la desaparición definitiva e inexorable de la tradición cultural Aconcagua, expiran para siempre los rasgos culturales de los agroalfareros que alguna vez habitaron las costas del Litoral Central».
Patrimonio Cultural Arqueológico · Un encuentro con el pasado precolombino de Algarrobo y el Litoral Central. Luis Morales Pichunante
Excelente trabajo de Luis Morales Pichunante, poniendo en valor nuestro territorio, levantando información relevante sobre nuestro rico pasado precolombino, en este caso, con la huella que dejaron los primeros habitantes de Algarrobo (Batos, Llolleos y Aconcaguas), desde Tunquén a la Quebrada de Córdova.
Queda mucho por hacer, por levantar… es cierto; y en buena hora.
Que nazcan ya todos los tiempos, que se agolpen. Que vuelva a la vida todo nuestro pasado junto al orgullo de lo que fuimos, somos y seremos; que renazca consigo el agroalfarero que dará forma al brote de nuestra mejor hierba.