Isla Negra es un lugar tan especial como indescifrable. Efectivamente es una isla, lo llamativo es que sea negra. La poesía es negra; yace oculta bajo la sombra de lo no dicho. Allí, en pleno Litoral Poeta, en ese lugar mágico, vive hace casi ocho años la destacada poeta cubana Damaris Calderón, ganadora de la mejor obra y el Altazor 2014 (Las Pulsaciones de la Derrota); una mujer continente que nació en Cuba a finales del ’60, pero que el destino la trajo y la mantiene en Chile, esta vez en otra isla, una imaginaria y marcada a mar por la poesía de Pablo Neruda.