Vivir en la playa
es pura diversión
pura libertad, pura alegría.
Hay mucha vegetación
y naturaleza.
Entre las nubes me siento
volando
como pájaros que danzan
alegre como mariposas
revoloteando.
Cuando entro al mar
me sumerjo en un mundo
de fantasía
donde no hay problemas
ni preocupaciones.
Cambié el cemento por la arena
edificios por árboles
y en mi corazón
una estructura que no me esperaba
una libertad
que no sabía que existía
una felicidad incomparable
una brisa marina
que no cambiaría por nada en la vida.