Eduardo Vergara: la experiencia del sonido

Eduardo Vergara (68) nació en Santiago y es el mayor de cuatro hermanos. Tuvo un padre aficionado a la música y una madre apasionada por la lectura, y de esa fusión -dice- adquirió desde niño el gusto por ambas artes.

Estudió en el colegio Don Bosco de la congregación salesiana y en su etapa escolar siempre estuvo vinculado a los festivales de la canción y cualquier actividad artística que apareciera.

Ya desde esa época nació en él una gran pasión que quiso formalizar estudiando ingeniería en sonido en la escuela de tecnología del Sonido de la Universidad de Chile (1971).

Hoy vive en El Tabo junto a su pareja, Sole, en una hermosa casa que construyeron a la medida, gusto y estilo de ambos. Ellos llevan cerca de 22 años juntos al compás de una afinidad y complicidad que se ha ido forjando como la mejor música. “Somos buenos partner y hemos sabido apoyarnos en los malos momentos y de ellos hemos salidos adelante conformando la pareja que somos hoy, comenta Eduardo.

¿Cómo recuerdas la época de estudiante? 

Fue un periodo muy rico e intenso, ya que vivíamos en una época de cambios, con gran acceso a la cultura y las artes, hablando del periodo del ‘71 al ‘73. Estábamos todo el día en la universidad y de ahí partíamos al Instituto Chileno Norteamericano, al Goethe o al Instituto Chileno Francés, en donde se desarrollaban diversas actividades culturales de todo tipo. Todo eso sumado a una efervescente actividad política en los centros de alumnos de la universidad.

¿Cuándo construyeron su casa en El Tabo?

La construimos el año 2009, aproximadamente, y fue una experiencia muy bonita. La hicimos tal cual queríamos, llena de detalles; nuestros hijos dicen que parece un museo, pero es acogedora a pesar de lo simple. Somos felices en ella.

¿Cómo se da tu llegada al Litoral Poeta? ¿Por qué deciden venir a vivir a El Tabo?

Llegamos ya que mi padre tenía un terreno en El Tabo, donde veraneábamos cuando niños. Con Soledad vivíamos en Santiago, en un departamento lindo, luminoso y cómodo, pero teníamos el concepto desde hace tiempo de formar nuestra casa en un lugar con naturaleza y es así como construimos nuestra casa en el Tabo, en la cual ya estamos hace 12 años.

Más allá de la pandemia… ¿Cuál es tu análisis sobre el estado de salud de la sociedad actual?

Pienso que es una sociedad contaminada y ya enferma producto de la economía de mercado, lo que conlleva a un individualismo poco sano y contrario a la naturaleza del ser humano. Sin preocupación -en su mayoría- por el medioambiente y por ende al planeta, y a nosotros mismos.

¿Cómo percibes el estado actual de la música? ¿Qué falta? ¿Qué sobra?

Actualmente existe una gran diversidad musical, lo cual es bueno para mí, ya que producto de la globalización podemos acceder a conciertos de opera, ballet, música clásica, popular, jazz, etc. Años atrás era casi imposible de ver, era privilegiada la gente que podía asistir a los eventos que se ofrecen en grandes teatros y lugares diseñados para este tipo de espectáculos.

¿Cuáles son los músicos más importantes con los cuáles has trabajado?

La verdad es que todos los músicos son importantes en su ámbito de consecuencia y entrega hacia el público, y ademas he trabajado con innumerables bandas nacionales e internacionales, lo que hace difícil tener preferencias. Pero si tuviese que poner algún ejemplo, por su calidad musical y humana, Astor Piazzolla sería uno de ellos. 
Así también Ángel Parra, con quien además tuve una gran amistad; buenos recuerdos también con el grupo Congreso, Quilapayún, Inti Illimani, Los Tres, Illapu, Los Jaivas; también tuve la suerte de trabajar con algunos grandes como Tony Bennett, Toquihno, Rick Wakeman, Charly García, Mercedes Sosa, Joan Báez. 
El el ámbito del Jazz he trabajado con diversos músicos como por ejemplo The Bad  Plus, Chano Domínguez, Gonzalo Rubalcaba. En lo Clásico con Roberto Bravo, la Orquesta Filarmónica de Nueva York, y muchos más, tanto en vivo como en estudio, que se quedan en el tintero en estos 45 años de carrera.

¿Cuáles son tus mejores recuerdos o anécdotas?

Entre los buenos recuerdos es haber trabajado en Real World Studio de propiedad de Peter Gabriel, y Abby Road. Las anécdotas son muchas pero no pueden ser desclasificadas; como dicen los futbolistas: “se queda en el camarín”.

¿Con cuál de los músicos que has trabajado en tu vida te ha gustado más hacerlo o te has sentido más cómodo o tal vez el proyecto ha sido más desafiante para ti?

Uno de los grandes proyectos y desafío fue la grabación de Silvio Rodríguez en Chile, era su primera visita posterior a la dictadura militar. Eran 80 músicos en escena, 80 mil personas asistiendo y recursos técnicos limitados para hacer el registro. Resultado final: un icónico concierto para la historia musical de Chile.

¿Tienes un conteo de los proyectos y los artistas con los cuales has trabajado?

No, la verdad es que tengo mucho en la cabeza y hoy con tu entrevista hago memoria de mucho de ellos, pero son 45 años, no podría tener un conteo exhaustivo, son muchos los compases en la partitura.

Armaste radiomixonline.net. ¿Cómo se te ocurre aquello, cuándo se gestó, qué abarca y qué planes tienes con ella?

Siempre de niño tuve atracción por la radio. En mi casa se escuchaba mucho la radio; programas musicales, informativos y radio teatros, por lo que creo la radio es un gran medio para incentivar la imaginación, como lo es la literatura, creando personajes, instancias y momentos que, en este caso, solo el sentido auditivo te puede brindar.

Para la creación de Radio Mix me pregunte: ¿que esperas de una radio? ¿Como te gustaría que fuera? ¿Qué contenido, qué música? Y respondiendo a esto es que la propuesta de Radio Mix Online es de diversidad musical… rock, pop, jazz, latina, cuentos, columnas, noticias etcétera,. O sea, una radio que integra todo lo que a mí me gustaría recibir.
Por ahora es una radio sin fines de lucro, formada desinteresadamente por amigos que tienen el mismo ideal de poder compartir.

Antes de la pandemia y el estallido social trajeron a destacados músicos a la Casa Museo de Pablo Neruda de Isla Negra. ¿Cómo evalúas eso?

Soledad principalmente hizo esa gestión, la cual se concretó finalmente gracias a la confianza y amistad de los músicos invitados, los que tuvieron la grandeza de participar por poco dinero, en comparación a lo que pueden percibir en otros escenarios. Fue muy valioso el que ellos hubiesen aceptado participar, ya que la comunidad pocas veces tiene la posibilidad de compartir en forma tan cercana con esos grandes artistas. También para nosotros fue fundamental la confianza de Carolina Rivas (directora de la Casa Museo) por creer en el proyecto y dar el vamos a estos invitados.

¿Qué proyectos vienen para ti?

He logrado muchos proyectos en mi carrera, ahora me gustaría continuar con la radio y grabar a músicos en nuestro estudio en casa. Ya pasó la época de andar corriendo por Chile y el extranjero con múltiples conciertos en vivo. Todavía no he “colgado los fonos”, sigo activo, pero selectivo con los conciertos en vivo a participar.

¿Qué te gustaría que sucediera en el mundo, en Chile y en el Litoral?

Que ambiciosa y extensa pregunta. Para mí el mundo debería ser una gran partitura musical, en que la armonía y la melodía se conjugaran perfectamente con los bemoles que ella incluye, para lograr un equilibrio del cual estamos lejos.
Para Chile… una equidad social hoy tan alejada e ignorada por muchos.
Y en el litoral, que tiene un gran potencial artístico, me gustaría que hubiesen más instancias para aglutinar todas sus capacidades. Cuando me refiero a instancias hablo de recursos, posibilidades e interés; la posibilidad de impulsar todo esto la tiene el sector privado, por ejemplo las viñas de San Antonio, y por supuesto el gobierno local.