Luis Merino, artista y gestor crucino: «Tengo que reconocer que me resultan las cosas»

LMZ fuera de la biblioteca municipal de Las Cruces
Hace poco la Corporación de Artistas ProEcología lo distinguió con el premio N’aitún, reconocimiento que destaca a las figuras con méritos sobresalientes en el campo del ambientalismo y las artes.
Comparte en las redes

Toda una vida estrechamente vinculado con Las Cruces. Llega a radicarse desde Santiago en 1990, pero su relación con el balneario tiene un peso que va más allá de la mera acumulación de años. Luis Merino Zamorano (1963) no tuvo necesidad de cartones que lo acreditaran como especialista para lanzarse en una labor de investigación absolutamente pionera en el ámbito de la cultura crucina. Los libros que ha publicado hasta la fecha han dado inicio a todo un movimiento de valoración patrimonial. Que hoy los barrios Quirinal y Vaticano gocen de la categoría de «zona típica» se debe en gran medida a él, a su perseverancia y esfuerzo personal.

Hace poco la Corporación de Artistas ProEcología lo distinguió con el premio N’aitún, reconocimiento que destaca a las figuras con méritos sobresalientes en el campo del ambientalismo y las artes. Actual encargado de la Biblioteca Pública de su querida localidad, este parriano a tiempo completo hace un breve recuento de sus ya tres décadas de quehacer como gestor y creador clave de la provincia de San Antonio.

-La Agrupación Cultural de Las Cruces se mantiene plenamente activa. Sin ir más lejos, recién hace cosa de días realizó la séptima edición de la tradicional feria literaria de cada verano. Debe ser, por lo demás, una de las más longevas de la provincia. ¿Cómo nace, qué lleva a un grupo de vecinos a formar esta agrupación?

Existía una agrupación antes que la actual. La actual se forma en las cenizas de la otra. La primera se debe haber formado alrededor de 1995. Después, más o menos diez años después, se forma la nueva, la actual. Yo soy socio fundador de ambas. En 2005 creamos una revista, una publicación bastante sencilla, tenía 8 caras y alguna vez llegamos a 12. Una revista mensual donde mostrábamos solo la cultura de Las Cruces, solo lo que se producía en este espacio acotado: entre el mar y la carretera, y el estero Las Cruces y el Ilimay, ese era el espacio donde nosotros trabajábamos. La gente escribía artículos, poesía, cuentos, noticias. Una vez, por ejemplo, escribió Arrate (Jorge). La gente podía decir «bueno, qué tiene qué ver Arrate.» Arrate tiene una casa acá; siendo residente, o teniendo casa ya podías escribir en la revista. Se dio justamente esa forma particular porque existe mucha revista de cultura, empezar a hacer una revista de cultura en Chile es súper difícil; nosotros pensábamos que hacer una revista de cultura de Las Cruces era súper fácil, pero solo refiriéndonos a temas locales. La revista tuvo, se podría decir, un gran impacto y se desarrolló durante cinco años, 50 números.

Luis Merino Feria Literaria Las Cruces Gonzalo Frías
Junto a Gonzalo Frías, hijo del destacado crucino Gustavo, durante la última feria literaria

-Se distribuía gratis ¿Cómo se financiaba?

Los propios socios aportaban, por ejemplo, mil pesos. Incluso ganamos un fondo del gobierno regional con el que nos compramos una impresora, papel, materiales. Después de los 50 números todavía sobraba papel. Después se echó a perder la impresora y sobró tinta.

-¿Cuál podría ser la clave para durar tanto tiempo? En el litoral grupos de este tipo por lo general duran harto menos.

Lo primero es que este grupo se junta todas las semanas. Sin falta. A veces son reuniones de media hora, a veces de varias horas.

-¿Dónde? ¿Tiene sede la agrupación?

Claro, nosotros tenemos una sede que está en comodato por parte de la municipalidad atrás de la biblioteca de Las Cruces. Antes, nos reuníamos en el Centro Cultural Nicanor Parra. Yo creo que lo que nos ha mantenido unidos es que hay proyectos, tenemos proyectos, como el de la feria. Desde la primera feria, hace nueve años, solo dos años la feria no se ha hecho.

-¿Cómo han hecho para sacar la feria adelante?

Esta feria se hace con muy poco dinero. Casi todos los años hemos tenido problemas con el dinero. Primero tuvimos apoyo del gobierno regional, después de la municipalidad. El año pasado tuvimos problemas para recepcionar los fondos a tiempo y tuvimos que hacerla en una iglesia que está desconsagrada. Este año, por un problema con la vigencia de nuestra junta directiva tampoco pudimos contar con la plata a tiempo, por lo que se decidió hacerla en el Centro Cultural. Y fue un éxito. La feria siempre ha sido un éxito, en sentido que tú te sientas a presentar tu libro y siempre hay gente , 20, 30 personas; esta vez hubo, 60, 70 personas de público. Y el otro factor de que porqué a esta feria le ha ido bien es porque no es una feria del libro, sino una feria literaria, aquí se tiran escritores, que ellos mismos venden sus libros. Es, de hecho, la única feria literaria que existe en Chile. El año pasado o antepasado en el GAM trataron de hacer algo parecido, hicieron algo parecido, por supuesto con muchísimo más presupuesto, pero son forma muy raras de hacer ferias. Esta es literaria, el énfasis va en los autores, este año por ejemplo se invitaron 60, 46 aceptaron y vinieron, y la mayoría, el 90% de la provincia de San Antonio.

-Hace poco se dio a conocer que te habían dado el premio N’aitún. ¿Con qué sentimiento recibes este importante reconocimiento?

Primero preocupado, porque el maestro Parra decía que la primera condición de toda obra maestra era pasar desapercibida. En mi caso, yo me entretengo haciendo estas cosas, no es algo que haga porque alguien me paga. Nunca he trabajado el tema ni de la cultura ni del medio ambiente o naturaleza, desde la renta, siempre ha sido una entretención que hago con otros amigos. Aparte de mi obra artística, que sí trabajo solo, todo lo demás lo hago con otras personas, a las que ayudo o que me ayudan. Este no es un trabajo donde yo habitualmente sea el líder. Quizá solo con la excepción de lo de la zona típica de Las Cruces, donde a medio andar un grupo de personas no quisieron seguir adelante y tuve que seguir prácticamente solo.

Todo lo que he hecho lo he hecho por entretención. No ha habido acá un afán de querer ser algo que no soy. Siempre me he definido, primero como un artista visual, luego como un investigador y después como un observador. Y me gusta trabajar con la comunidad porque es entretenido. Sobre todo cuando resultan las cosas. Y algo que sí debo decir, que puede sonar soberbio, es que a mí sí me resultan las cosas.

ufehin luis Merino Zamorano editorial las cruces

Comparte este post!

Déjanos tu comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

O SI PREFIERES CON FACEBOOK

DESCUBRE NUEVOS autores

Belén Farías Gutiérrez

Marité Morales

Revista Antítesis

Por último / No les permito que me llamen comunista / Ya por todos es sabido que soy provincista
Una vez solos, la música siguió sonando. Carlos Vives, Celia Cruz. La diputada tenía una particular predilección por los ritmos afroamericanos. Bailaron. Ella incluso se sacó los zapatos para, según ella, poder moverse mejor.
Se me agita el aliento de mil años / Con tanta barbarie / ¡Se me retuerce el hígado / Por matar a los opresores! / Es tan sangriento su poder / Que hace parir Mapuches atadas de manos y pies / Que montan suicidios alimentando el odio / Niños heridos del cuerpo y del alma / ¡Maldigo tu raza de perdigones!