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Litoral de los Poetas, una tarea inconclusa

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El reconocido siquiatra, poeta y escritor Luis Weinstein, desde su parcela de Isla Negra, la que denominó “Las Coincidencia”, comenzó a acuñar la frase Litoral de los Poetas, no por los tres poetas íconos -Neruda, Parra y Huidobro- a la que hacen referencias por lo general, sino como “una manera poética de mirar la vida”, de mirar esta zona.
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Hace  más de treinta años, en las postrimerías de la dictadura, y a comienzos del regreso a esta  pseudo democracia, el reconocido siquiatra, poeta y escritor Luis Weinstein, desde su parcela de Isla Negra, la que denominó “Las Coincidencias”, comenzó a acuñar la frase Litoral de los Poetas, no por los tres poetas íconos —Neruda, Parra y Huidobro— a la  que hacen referencias por lo general, sino como “una manera poética de mirar la vida”, de mirar esta zona.

  Weinstein, comenzó a dictar un curso, el que fue en un momento reconocido por la Universidad Bolivariana, y que llevaba por nombre “Guías Poéticos”. Gente venida desde Santo Domingo, San Antonio, Las Cruces, e Isla Negra misma, entre otras comunas y localidades, supieron del saber de éste siquiatra, especialista en medicina comunitaria, entre otros tantos pergaminos.

  La dictadura dejó a los municipios no solo con escasos recursos económicos, sino con un personal poco calificado, e inamovible; con alcaldes que no sabían lo que era una Política Pública, ni menos elaborar alguna. Por dar solo un ejemplo: en El Quisco durante el gobierno de Pinochet hubo la friolera de 15 alcaldes designados en 17 años ¿Qué Política Pública alguna podría llevar a cabo un individuo durante su breve periodo? Entonces, a poco andar con los aires de la polémica y cuestionada “La alegría ya viene”, la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere) elaboró un plan para hacer de las provincias y comunas un desarrollo armónico de acuerdo a sus potencialidades y características. Posterior al a los Cabildos Culturales la Municipalidad de El Quisco (Isla Negra pertenece a este municipio) había contratado como asesora en turismo a la medioambientalista Solange Figueroa Mc-Ginty, quien había sido alumna de Weisntein en Las Coincidencias. También el poeta y siquiatra entró a dicho municipio al área de Salud. A Figueroa le tocó ser interlocutora entre la quisqueña  municipalidad y la Subdere, instancia en que la medioambientalista aprovechó para hablarle del Litoral de los Poetas, y el beneficio de esta frase con sentido de territorio e identidad. “Las autoridades no le  dieron consistencia espacial y socio cultural, por falta de voluntad política, y menos una comprensión profunda de rescatar la historia social ambiental de un territorio”, acusa Figueroa. 

  La historia de los Cabildos feneció en el Gobierno de Lagos. El encargado de cultura Agustín Squella y el Gobierno desactivaron la concepción de Cultura; “les quedó chica  a las aspiraciones con que fueron impulsados los Cabildos”, insiste la medio ambientalista.

¿Qué país soñamos?  ¿Qué ciudad queremos? ¿Qué comuna soñamos? Éstas eran las interrogantes a trabajar, las propuestas hecha allí, donde la cultura se concebía como un todo. La gestión estaba a cargo de Claudio Di Girólamo. “La cultura se debe concebir como todo lo que hacen los seres humanos, y no sólo el ámbito de los artistas , que para la gente común y corriente que asistía a los Cabildos eran mirados como élite”, recalca la gestora cultural. 

Los Cabildos Culturales

 Corrían los primeros  años del gobierno de Frei Ruiz Tagle, y éste creó los llamados Cabildos Culturales, instancia donde la ciudadanía participaría y decidiría “que tipo de comunidad queremos construir”. La idea en sí misma era muy buena. Por supuesto que no en todas las comunas tuvo la convocatoria esperada (menos las decisiones tomadas, las que no eran vinculantes). Curiosamente el Cabildo de El Quisco -encabezado por Figueroa- fue uno de los más exitosos a nivel nacional, con más de 32 reuniones. En la Provincia le siguió El Tabo, encabezado por el gestor cultural Luis Merino Zamorano, quien también había sido alumno del curso de Guía Poéticos, de Isla Negra, por ende estaba empapado del término Litoral de los Poetas. Mientras tanto la Subdere seguía haciendo lo suyo y le endosaba al Servicio de Cooperación Técnica (Sercotec) aquella frase para que la desarrollase en el Litoral Central, conjuntamente con el Servicio Nacional de Turismo (Sernatur).

  El alcalde de entonces de El Quisco, José Miguel Carrasco, si bien es cierto al igual que sus colegas del Litoral no le interesaba el tema para nada, sí éste —como se dice en buen chileno— tuvo “una avivada” y registró la frase como marca para su Municipalidad.

  La Municipalidad de Algarrobo nunca tuvo interés alguno es posicionar aquella frase ya que el fin de ésta era conseguir ser nombrada  “Capital Naútica de Chile”,  lo que logró finalmente. Santo Domingo en un principio participó, pero a poco andar no siguió. Quizá San Antonio, conducida por Lucía Menares, más su marido —por entonces diputado— Sergio Velasco de la Cerda, hicieron algo más.

  Lo que se ha logrado hacer hasta el día de hoy en nombre del Litoral de los Poetas es gracias a la desinteresada voluntad de gente del mundo de la cultura. Quizá últimamente la Municipalidad de El Tabo estuvo más presente, activa y colaboradora. 

  San Antonio gracias a la Agrupación de Amigos de Huidobro, y su exitosa Feria del Libro Usado, ha mantenido vivo el nombre de los poetas y la cultura. El Quisco —a pesar que Isla Negra es territorio propio—  no canalizó, ni menos potenció a Neruda, ni sus actividades relacionadas con una mirada poética de su espacio. Cartagena en un principio con su Agrupación Los Amantes de Cartagena amenazó hacer algo pero con la muerte de Délano y Zambrano desapareció el proyecto poético.

 Párrafo aparte merece la República Independiente de Las Cruces, quienes sí han sabido sacarle lustre a la frase Litoral de los Poetas, no sólo debido a su ilustre vecino y antipoeta, Nicanor Parra, sino que liderados por Luis Merino, un grupo interesante de poetas, escritores, periodistas y actores —en su gran mayoría residentes— han hecho de la localidad literalmente “El Corazón del Litoral de los Poetas”. Muchas cosas a pulso, a voluntad pura, en base a insistencia y pasión. Y en el último tiempo —en honor a la verdad— encontró un municipio jugado con sus proyectos e inquietudes.

  La frase es hermosa, pero con sólo el esfuerzo de la comunidad no se puede. La infraestructura, el dinero, la administración de los espacios públicos y el poder están en los municipios, y mientras éstos no se quieran involucrar —ya sea por la incapacidad cultural de sus alcaldes, la inoperancia de las personas que ostentan los cargos, con escasa preparación— no es mucho más lo que se puede avanzar. Falta una Política Pública con sentido de pertenencia;  una mirada de ordenamiento turístico, territorial, poética y socio-cultural, sobre este hermoso, pero deteriorado Litoral.

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