Soneto

Litoral Poeta

Hierbita de El Tabo por Gulppiz
Astragalus Trifoliatus. El Tabo 2022. Chile. Gulppiz ©
Por
Litoral Poeta, vienes conmigo / en el blanco, en el negro; adentro y afuera / al pairo de lo averno o lo divino.
Comparte en las redes
Litoral Poeta, erario del mundo,
espacio natural, arte poyética.
suelo frontal, mazúrquica modérnica.
Seis comunas, con las cuales me fundo.
Litoral Poeta, sitio fecundo.
Fijo el deseo en tus curvas fonéticas,
me hundo en el paraíso de tus letras.
¿Las logras oír? Detente un segundo.
Litoral Poeta, vienes conmigo,
en el blanco, en el negro; adentro y afuera;
al pairo de lo averno o lo divino.
No importa si demora horas o siglos.
En buenas, malas; por centurias y eras.
Por ti, conmigo, y todos los amigos.

____
#hierbadeeltabo #AstragalusTrifoliatus #GotadeLeche #eltabo #litoralpoeta #Chile #ecopoesia #economía #saghache #poesiachilena

Comparte este post!

Déjanos tu comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

O CON FACEBOOK

Conoce A otros autores

Ítalo Bustamante Razeto

Morales Monterríos

OTRAS DOSIS DE Antítesis

Mientras Pablo Neruda se encontraba oculto dentro de su propio país (por la persecución de Gabriel González Videla, quien había logrado despojarlo de su condición de Senador de la República), desde Polonia Pablo Picasso se refería así al "poeta mundial":
La fascinante historia de Francisco Contreras, un escritor chileno poco conocido que acuñó el término "mundonovismo" mientras residía en París a principios del siglo XX, y su enigmática esposa, “Madán Ágata”, quien terminó erradicada en una zona cercana a Leyda en un entorno de mucha pobreza. La historia fue relatada en 1960 por José Donoso, quien la visitó en su debut periodístico para revista Ercilla.
*Este manifiesto “Total” fue escrito en Madrid en enero de 1931 para una revista que debimos publicar un grupo de amigos en aquel año y que luego no vio la luz. Al año siguiente fue publicado en París en julio de 1932 en la revista “Vertigral” traducido por mí al francés. Luego se publicó en “La Nación” de Buenos Aires en 1933 con algunas variantes.