Anda a votar. Si no tienes candidato vota nulo.

¿Y Ahora?

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voto
Esto ya no se trata de derecha o izquierda. Es un tema social, global, humanitario. Una crisis sin igual y general en el mundo, que obviamente involucra al medio ambiente, porque lo que está en crisis es nuestro modelo de vida, la inconsciencia del tiempo, la forma de concebir el éxito, la belleza ¡El culto a lo plástico!
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Cae de cajón: Vaya a votar!
Es mejor que cualquier marcha.
Piénselo así:
El Estado (es decir usted) financia un proceso
para contabilizar la expresión ciudadana…
¡Es «gratis»! ¡Y usted no lo aprovecha!

¿Y ahora?

Empiece a conversar, a prepararse, a proponer soluciones, a tomar medidas en su propia escala. No sólo despotrique contra lo archi-sabido.

Por ejemplo, en la siguiente elección presidencial, si no tiene candidato, levántese y vote nulo… No deje de ocupar esa forma de manifestación, por lo demás LEGALIZADA! El día que los nulos ganen al candidato electo, quedará un registro formal mucho más certero que el dato sensible que podría dejar la mejor marcha. Además sería noticia mundial. Para mí eso es #poesía.

Validación de valores opacos

Esto ya no se trata de derecha o izquierda. Es un tema social, global, humanitario. Una crisis sin igual y general en el mundo, que obviamente involucra al medio ambiente, porque lo que está en crisis es nuestro modelo de vida, la inconsciencia del tiempo, la forma de concebir el éxito, la belleza ¡El culto a lo plástico!

Y aunque el actual gobierno de Chile representa al gato cuidando la carnicería, el problema no es únicamente este Presidente, eso hay que dejarlo claro. El problema es toda la clase política y para quiénes ellos trabajan. El problema es que nuestro dinero, que nos obligan a cotizar todos los meses, es utilizado para ejercer poder y abuso en contra nosotros mismos. Es un absurdo. Basta. El problema es que “Hay dos panes. Usted se come dos. Yo ninguno. Consumo promedio: un pan por persona”. Eso entre muchos otros problemas.

Sin embargo, hay que reconocer una verdad que se extrae del acto de votar, avalado y permitido por quienes se abstienen de hacerlo: lo más grave de la elección de Piñera ¡DOS VECES! Es que representa la validación de una forma paupérrima de conseguir el éxito. Hemos validado con nuestro voto la decadencia empresarial y la decadencia moral de un sistema fuera de sí. En el cual el fin justifica los medios, en donde no importa tu pasado, tu conducta, tu honorabilidad… Total «el gallo sabe hacer plata»… ilusos; sabe hacer plata para él; eso es lo único que siempre demostró. Ese es el mensaje poético que se ha impuesto: hemos elegido un presidente ¡DOS VECES! Con un prontuario delictual y evasor. Así luego, ¿Y qué esperaban?

Por eso la importancia del voto.

Menos análisis, más soluciones

Vengo hablando de esto hace más de una década, tanto en conversaciones sociales, como en publicaciones e intervenciones más formales. Así también, quienes algo me conocen, saben que no soy bueno para quedarme en la detección de la enfermedad, si no que también me gusta proponer tratamientos. Porque solamente despotricar es fácil y es un ejercicio que deberíamos abandonar, sobre todo ahora, que la leche ya está derramada.

Por eso insisto en algo: ya no se trata de derecha o izquierda, tampoco de capitalismo ni comunismo, ese es un viejo cuento maquiavélico inventado para dividirnos. Esto se trata de hacer que este sistema funcione de una manera más humana, sana y amable… y con proyección al futuro. Y una cosa es clara: el establishment no lo hará por usted, por tanto, este es un cambio individualmente colectivo, que exige un cambio interno, en nuestra forma de relacionarnos; una nueva forma de percibir lo realmente importante.

¿Soluciones?

Sigo pensando que el gran cambio de Chile pasa por ocupar nuestra extensa franja de tierra: el éxodo de las grandes ciudades; la distribución por el territorio. Dejar los guetos verticales; dejar de ser palomas de Plaza de Armas que se pelean migajas. Poblar con especialización las zonas poco desarrolladas del país, para que se construyan nuevos nichos económicos, hospitales públicos, colegios, carreteras y trenes.

El otro cambio, que irá de la mano con una nueva ocupación del territorio, es descentralizar la administración. Cada región, incluso cada zona o provincia, debería manejar su propio presupuesto y también tener leyes propias de cada lugar, de tal manera que existan zonas conservadoras y otras más liberales, y que de alguna manera podamos elegir bajo qué sistema queremos vivir.

En fin. Seguiré insistiendo en el #éxodo (aunque esta generación me ignore), sin embargo, vamos paso a paso:

¡Joven anda a votar!

#VOTANULO

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